martes, 16 de diciembre de 2008

Del viejo Sex-shop a las reuniones Tupper-sex...

Recuerdo el viejo sexshop de Callao, el viejo Holliwood-California. Entré cuando tenía tan sólo 18 años, llamado por ese halo de misterio que tiene lo prohibido. Estanterías repletas de falos (algunos imposibles e incomprensibles) se entremezclaban con revistas y VHS de las más curiosas parafilias. Muñecas hinchables que daban más pena que deseo etc.... Al salir y al entrar tenías que hacerlo con discreción por que las miradas te atravesaban. Casi podía leer las mentes de los transeúntes "mirar ese pervertido que va por ahí".

Pasados 17 años, como ha evolucionado el panorama!... Los sex shops (que ya no se llaman así) ahora son tiendas con grandes cristaleras y luces como si de una tienda de ropa se tratara. El otro día miraba una de estas tiendas cerca de sol, y entré con la curiosidad de un sexólogo. Había unas diez mujeres eligiendo que estimulador, lubricante, lencería o falo llevarse a casa. Con una normalidad muy agradable.

Aunque lo último ya no está en la calle, son las reuniones Tuppersex, donde una mujer normalmente atiende en casa a una reunión de amigas, y les explica el funcionamiento de los juguetes. Pensé que era una moda, hasta que conocí hace poco a una psicóloga que se está ganando la vida con ello, y me explicó que era un negocio en auge. Por cierto
su nombre es Laura y su mail: laura@tusextosentido.com por si a alguna/o os interesa hacer una de estas reuniones.

Al ver esta rápida evolución, mi mente se pone a pensar que será lo siguiente, ¿vender esos juguetes en los supermercados junto al anillo vibrador? o ¿colocarlos en una sección especial de toys`re us? jajaja...
En cualquier caso bienvenida la apertura. Aunque no perdamos de vista, que lo que ganamos en información y normalización, también lo perdemos en el misterio de lo prohibido.
Si apostara a que será lo siguiente supongo que vendrá de la mano del software (realidad virtual), en formato Sexplaystation IV. Lo digo medio en broma, pero tiene mucho sentido en el fondo. ¿no creéis?