miércoles, 31 de diciembre de 2008

Los escenarios de nuestras vivencias eróticas















Desde que empezamos a sentir el cosquilleo del misterio en la adolescencia, y comenzamos nuestro recorrido por la sexualidad, los escenarios son especialmente importantes. Casi nadie olvida su primer beso, y es en parte por que el sitio donde ocurrió, le da muchos matices que ahora evocamos con placer.

Cuando la sexualidad es madura, el escenario tiene otros significados.

Aunque se suele entender por fetichismo el gusto por algún objeto, desde mi punto de vista el lugar donde ocurren nuestras fantasías, sueños o relaciones reales, es otra forma de fetichismo. Algunas personas dan mucha importancia al lugar, haciendo que el deseo casi dependa en gran parte de ese factor, otros no le dan casi importancia...

Quizá una de las razones por la que tanto nos gusta viajar es por que cambiamos de escenario, y esto invita a la desinhibición, y aumenta el deseo de la exploración sensitiva.

¿Hay lugares especiales en vuestra biografía sexual?

4 comentarios:

belona dijo...

Soy muy clásica, nunca me han gustado los coches, alomejor porque no tenía necesidad de ellos, teniendo mi propia casa sin padres. Ni tampoco los servicios de un avión ni los ascensores, ni me ha dado morbo los sitios concurridos o fáciles de descubrirme. Soy de casa, la suya, la mía... y dentro de ella cualquier sitio es estupendo.

Lunarroja dijo...

Como Belona, tampoco me gustan especialmente los coches.
Y como ella, también prefiero la intimidad: No necesito a nadie más que el que tengo para mí y solo para mí.

Pero siempre hay excepciones, y en mis preferidas siempre está el mar.
Una terraza bajo la intensa mirada de la luna (en verano y primavera) es otro de mis lugares especiales.

Pero como siempre, Javi, todo depende de la compañía.

Javier Molina dijo...

Que románticas sois. Bueno, lo importante es disfrutar con intensidad, ¿verdad?. Como bien dices Lunarroja, la compañía es lo que marca la diferencia.
Un saludo a las dos.

Anónimo dijo...

En un cine, ultima fila, con riesgo de ser pillados.