En psicología social estudiamos la teoría de la atribución cognitiva de las emociones. En ella, cobra una especial importancia la percepción/interpretación, de lo que estamos sintiendo. Es decir, que lo importante no es tanto la emoción que tenemos, la reacción fisiológica, si no la interpretación que de ello hacemos.
Ya la terapia breve y el coaching prestan mayor atención a las interpretaciones y acciones que realiza el individuo que a los hechos objetivos que acontecen. De hecho se cifran muchos problemas en una mala interpretación de emociones y vivencias, donde nuestra solución ineficaz, muchas veces, es la causante y agravante del problema.
Ahora bien, llevemos esta teoría clásica y las teorías de coaching, a la sexualidad.
Tenemos una emoción, por ejemplo la causada por ver un defecto en nuestra pareja. Podemos interpretarlo de varias maneras:
- Que no es más que un periodo de "des-idealización" y que ya vendrá uno de "idealización"
- Que la pareja tiene grandes defectos, que si tiene ese...cuantos tendrá...
- Que no es un defecto, si no una virtud, ya que en ese defecto se ve su lado humano
- etc...
Es decir ante una emoción causada por un hecho objetivo, la interpretación y posterior acción, van a ser la clave. La interpretación es la que va a hacer que nos relajemos, dejemos a nuestra pareja, o la queramos más...
Bien, viendo que es más importante nuestra interpretación y solución dada, que el hecho en si mismo, ¿en que casos del pasado ,ahora os dais cuenta que la interpretación que hicisteis fue un "desastre"?
Solos...
Hace 13 años
1 comentario:
Yo empecé mis relaciones con una chica que era muy promiscua. No llegaba nunca a tener un orgasmo,y me echaba la culpa a mi. Siempre hice una atribución erronea, pensaba que era mal amante, aunque, pasado el tiempo, se que mas bien era su incapacidad de concentrarse o dejarse llevar.
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